13 julio 2012
Señores consejo SCD.
He leído varias veces la carta que envié a mis pares, después de nuestra asamblea del 3 de julio, y no he logrado encontrar donde, según ustedes hablo de “irregularidades”.
Más bien lo que digo en ella es;
“Pasaron cosas muy importantes en esta reunión. Nos pudimos enterar a través del informe de la comisión revisora de cuentas, de las millonarias indemnizaciones a todo evento que tienen los altos funcionarios de la administración, sobre las cuales hasta ahora no pudieron conocer los contratos que las respaldan, por lo cual se acordó que la comisión 2012 pueda ir hasta cinco años hacia atrás para buscar mas datos al respecto”.
Sobre el caso de los tres funcionarios despedidos, de lo cual ustedes dicen: “nos sorprende la falta de sensibilidad de Roberto en relación con los derechos de los trabajadores” y agregan mas abajo “Nos parece increíble calificar de irregularidad una medida de carácter social y humano”
Cuando lo que yo digo en mi carta es;
“Nos contaron también del finiquito hecho a tres funcionarios a los cuales se despidió, a quienes además de pagarle lo que les correspondía como indemnización, el consejo le agregó a cada uno $12.000.000, por su "buen desempeño", cosa que excedía largamente sus atribuciones.”
Eso fue lo que dijo la comisión revisora de cuentas y no yo, yo solo me limite a contarlo tal cual en mi carta.
Quiero puntualizar que las indemnizaciones que recibieron estos funcionarios eran muy buenas cantidades de dinero, según recuerdo entre 22.000.000 y26.000.000, a los cuales les mantuvieron; Isapre durante seis meses para ellos y sus familias, aparte de eso les contrataron una empresa para que los reubicara laboralmente.
¿Cuantos músicos o autores chilenos, que ustedes dicen representar, podrían siquiera soñar con algo así para sus épocas de sequía laboral?
Finalmente, en lo que si hago mucha atención, es al contar lo sucedido con nuestro querido ex presidente Fernando Ubiergo: “quien contó la verdad de todo lo sucedido después que se descubriera el programa pirata en su computador, el cual le era cedido por la administración. Nos enteramos que nos solo era eso lo que había, si no que tenía instalado además un programa espía, con el cual la administración, léase el director, sabia todo cuanto realizaba en el, teniendo acceso a toda su correspondencia, tanto administrativa como privada. Todo esto corroborado ante notario por un ex funcionario del área de computación de la SCD” ,situación gravísima, sobre la cual ustedes no hacen ninguna mención en su carta.
Como verán queridos consejeros, la palabra “irregularidades” la pusieron ustedes en este escenario. Pienso que lo mejor y mas aclaratorio, será el informe de la Comisión Revisora de Cuentas, la cual pondrá las cosas en su lugar y quizás después de eso podremos volver a conversar.
Atentamente.
Roberto Márquez B.
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